Este verano os proponemos recorrer la Ruta de los Cataros en Occitania, el sur de Francia. Pero… ¿Quiénes fueron los cátaros y por qué siguen causando hoy en día tanta fascinación?.

Los Cátaros, también conocidos como los Albigenses, fueron un grupo religioso que floreció en el sur de Francia y el norte de Italia durante los siglos XI y XII. En lineas gerales podemos decir que aglutinaron bajo un mismo pensamiento diferentes corrientes consideradas heréticas. La doctrina cátara afirmaba que el mundo físico era el reino del mal y que la salvación se podía lograr a través del conocimiento espiritual.

Los cátaros creían en un sistema dualista con dos dioses, uno bueno y uno malo. Ambos estaban enfrentados de manera irreconciliable y representaban la vida celestial y la vida terrera. Para los cátaros el papel de la Iglesia era guiar a las personas hacia el conocimiento y la liberación del mundo físico. Debía acercarlos al dios bueno.

Sin embargo los seguidores del catarismo consideraban que la Iglesia Católica se habia corrompido y había abandonado la verdadera enseñanza de Jesús. Con estos datos el «drama» estaba servido y era cuestión de tiempo una respuesta eclesiástica.

La Cruzada contra los Cataros y Occitania, el último bastión Albigense.

A pesar de su popularidad en la región, los cátaros fueron perseguidos por la Iglesia Católica y la monarquía francesa. En 1208, el Papa Inocencio III lanzó la Cruzada Albigense, una guerra contra los cátaros y otros herejes en el sur de Francia. Durante los siguientes 20 años, la región fue asolada por la violencia y la destrucción, con muchos cátaros fueron masacrados o forzados a renunciar a su fe.

Occitania se convirtió en el último bastion del catarismo. Lo fue principalmente por su intrincada orgrafía salpicada de atalayas naturales donde la defensa de la plaza era relativamente fácil. Montsegur, Puiverts, Minerve… Cuando los visitamos resulta fácil comprender porque fueron elegidos y lo difícil que debió ser su conquista.

El final de la Cruzada Albigense

Muchos historiadores consideran la caida de Montsegur como la última gran batalla de la cruzada contra los cátaros. Las crónicas cuentan que la fortaleza nunca pudo ser conquistada y tras un asedio de 11 meses, sin agua ni comida, los cátaros ridieron la plaza en 16 de marzo de 1244. En el interior de la fortaleza había más de 200 cátaros que prefirieron morir en la hoguera antes que abjurar de su fe.

Tras Montsegur, sólo el Castillo de Quéribus sobrevivió de manera testimonial hasta el 1255. Concluida la cruzada la labor de la Inquisición se prolongó durante decadas si bien ya se trataba de procesos individuales contra algunos cátaros que continuaron practicando su religión en secreto. En el siglo XIV, se registraron los últimos casos conocidos de cátaros en Francia, aunque algunos historiadores creen que la secta pudo haber sobrevivido en otras partes de Europa durante algún tiempo.

El tesoro de los Cátaros

El tesoro de los cátaros es un misterio histórico que ha intrigado a muchas personas a lo largo de los años. A medio camino entre la realidad y la ficción, algunos han llegado a vincular este tesoro incluso con el Santo Grial.

Parece razonable pensar que los cátaros contaran con una importante cantidad de oro y plata con la que sufragaban los gastos de sus fortalezas y palacios, como el Palacio Condal de Carcasona. Algunas crónicas de la época hacen referencia a este tesoro de diversas formas.

«sacaron el oro y la plata e infinidad de monedas».

Imbert de Salles

Otros escritos cuentan que este tesoro fue evacuado en al menos dos ocasiones durante el asedio de Montsegur pero lo cierto es que nunca llegó a encontrarse.

Diversas teorías sugieren que los cátaros podrían haber escondido su riqueza en lugares seguros para protegerla de las fuerzas de la Iglesia Católica que los perseguían. También se ha especulado que el tesoro podría haber sido transportado a otros países, como Suiza, Italia o España.

A pesar de estas teorías, hasta el día de hoy, no se ha encontrado ninguna evidencia tangible del tesoro de los cátaros, y muchos historiadores creen que el mito del tesoro es simplemente eso: un mito.

Todo esto y mucho más nos espera en nuestro viaje a Occitania donde seguiremos las huellas de los cátaros.