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La Fachada de la Catedral de Santiago – Historia y Simbología

Es la meta con la que todos los peregrinos sueñan durante el Camino de Santiago, la imagen más fotografiada de la ciudad y una obra soberbia que enamora y que la mires cuando la mires siempre te cautiva. Hablamos de la fachada oeste de la catedral de Santiago de Compostela, aquella que se abre a la Plaza del Obradorio.

Fachada de la Catedral de Santiago de Compostela

  • Autor:   Fernando  Casas Novoa y su sucesor Domingo Andrade.
  • Fecha de Construcción:  1738-1750
  • Estilo: Barroco

Historia de la fachada de la Catedral de Santiago de Compostela

La fachada románica de la catedral de Santiago

Lo primero que hay que decir al hablar de la fachada de la catedral compostelana es que ésta no es la original, o mejor dicho no es la primitiva. Como en la mayoría de los grandes monumentos, hablamos de edificios vivos que se han ido cambiando a lo largo de su historia para adaptarse a las diferentes necesidades y gustos de cada época. En esta imagen podemos hacer nos una idea de como habría sido la primitiva fachada y su entorno

La urbanización del entorno, clave para la renovacion de la fachada del Obradoiro

No obstante, tras esta construcción se harían diferentes modificaciones y añadidos. Para entender mejor esta obra debemos tener en cuenta como era la ciudad de Santiago durante el renacimiento y el barroco. La catedral, hoy centro de la ciudad, se hallaba entonces en un descampado, que comenzó a urbanizarse a comienzos del siglo XVI con la construcción del Hospital de Peregrinos (actual Parador Hostal de los Reyes Católicos) y más adelante con la construcción del Colegio San Xerome (sede del rectorado) y el nuevo claustro catedralicio. Además y para salvar el desnivel existente entre la catedral y la plaza, se construyó también la escalera monumental que hasta hace unos años servía como acceso principal a la seo.

Alzado que muestra la desigual altura de las torres

Poco a poco la ciudad se iba construyendo, la Iglesia Católica busca la manera de reafirmar su posición frente al protestantismo y el Cabildo catedralicio necesita dar una respuesta al acuciante deterioro a Pórtico de la Gloria y a algunos problemas estructurales. Además se pretendía dar mayor importancia a la presencia de los restos Apostólicos en el interior del templo de manera que ya desde el interior se adivinara la grandeza de todo cuanto se contenía muros adentro. Estos principios son el germen que llevará al Cabido de la Catedral a iniciar las obras de construcción de una fachada monumental acorde a su entorno y a la relevancia de la seo santiaguesa como gran centro de peregrinación. No en vano la ciudad ya recibía cada día a muchos peregrinos, la mayoría a través de lo que con el tiempo sería conocido como el Camino Francés.

La construcción de la nueva Fachada del Obradoiro, una obra atemporal.

La construcción de la actual fachada del Obradoiro comienza en 1.738 y  finaliza en el 1.750. Durante esos 12 años la gran explanada que se abría ante ella albergaba un inmenso taller en el que los maestros canteros trabajaban sin descanso. En aquel inmenso «obradoiro» (taller en gallego) se transformaron miles de tonelada de piedra para dar cuerpo al proyecto del maestro Fernando de  Casas Novoa. Su proyecto aunaba todo lo que se reclamaba. Resultaba solido a la par que esbelto. Se alzaba hacia el cielo y resultaba imponente. Estaba dotado de grandes vitrales que dotaban al templo de luz natural y además estaba trufado de alusiones al Apóstol.

Iconografía de la fachada de la Catedral de Santiago

El resultado final es conocido por todos, una gran fachada piramidal que se enmarca entre dos torres que se elevan hasta los 75 metros te altura. La torre de la derecha, según miramos desde la plaza, la Torre de las Campanas, dotada con 7 campanas monumentales y un campanil con 7 campanas de menor tamaño. La torre de la izquierda, la Torre de la Carraca, albergaba antaño una carraca de madera que sonaba en la jornada del Viernes Santo cuando litúrgicamente esta prohibido el uso de campanas.

Presidiendo la fachada encontramos al Apóstol Santiago, ataviado como peregrino. Más abajo le acompañan Teodoro y Atanasio, sus discípulos, escoltan el arca con los restos apostólicos. Según la tradición ellos son los encargados de trasladar y da sepultura a los restos del Apóstol.

Le siguen Salomé y el Zebedeo, padres del Apóstol Santiago y del Evangelista San Juan.  Y en un nuevo nivel otros personajes vinculados con el propio Apóstol o con la ciudad como es el caso de San Juan Evangelista, San Santiago el menor, Santa Susana y Santa Barbara. Además, en la fachada encontraremos la cruz de Santiago, símbolo de la Orden de Caballería y la estrella, que nos recuerda las luminarias que anunciaron al mundo la presencia de los restos apostólicos en un remoto bosque del noroeste de la península ibérica.

Iconografía de la Fachada del Obradorio

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