El Lignum Crucis de Santo Toribio de Liébana: La Reliquia Sagrada de la Cruz de Cristo
El Lignum Crucis ha sido, desde tiempos inmemoriales, una de las reliquias más cotizadas, si no la que más. Desde su hallazgo, allá por el siglo IV durante el mandato del Emperador Constantino, los fragmentos del Lignum Crucis (que significa Leño de la Cruz) se han repartido por todo el mundo. Los hay de todos los tamaños, desde pequeñas astillas hasta grandes trozos de madera como los custodiados en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Estas reliquias son fundamentales para entender la importancia de este enclave y para explicar el origen del Camino Lebaniego.
El Lignum Crucis de Santo Toribio de Liébana
Quién fue Santo Toribio de Liébana
Santo Toribio de Liébana fue un monje cristiano que vivió en el siglo VI. Su vida transcurre entre Astorga, Jerusalem y Roma. Es conocido por su profunda devoción a la Cruz de Cristo y por haber desempeñado un papel crucial en la preservación de reliquias relacionadas con la crucifixión de Jesús.
Natural de Astorga, Toribio decidió vender todos sus bienes y poner rumbo a Tierra Santa. Allí se ganó la confianza de Juvenal, Patriarca de Jerusalén, y terminó convirtiéndose en el Sacristán Mayor de la Basílica del Santo Sepulcro. Aunque no están claras las circunstancias, si fueron un regalo o las trajo consigo para protegerlas de los sarracenos, lo cierto es que a su vuelta a España, Toribio trajo consigo preciadas reliquias, entre ellas el Lignum Crucis de Santo Toribio de Liébana.
De camino a casa, Toribio de Astorga conoció al Papa León Magno quien lo nombra obispo de Tui y posteriormente de Astorga permitiéndole traer con él su preciado tesoro.
De este modo es como llega hasta la península ibérica este fragmento, el más grande que se conserva, de la Cruz de Cristo.
Cómo llega el Lignum Crucis hasta el Monasterio de Liébana
Tras su muerte tanto el cuerpo de Santo Toribio como la reliquia de la verdadera Cruz en la que Jesús fue crucificado quedaron en Astorga. Sin embargo, la invasión árabe del año 711 hizo peligrar estos preciados tesoros. Por este motivo los cristianos de Astorga decidieron buscar una ubicación más segura en las montañas de Cantabria. Un lugar casi inexpugnable.
La dominación árabe terminó pero las reliquias de Santo Toribio y de la Vera Cruz ya nunca salieron de la comarca de Liébana quedando para siempre en el Monasterio de Santo Toribio.
Descripción del Lignun Crucis
Según un escrito de Padre Sandoval, cronista de la Orden Benedictina y estudioso de la materia el Lignum Crucis de Liébana
“Pertenece al brazo izquierdo de la Santa Cruz, que la Reyna Elena (madre del emperador Constantino, en el siglo IV) dejó en Jerusalén cuando descubrió las cruces de Cristo y los ladrones. Está aserrado y puesto en modo de Cruz, quedando entero el agujero sagrado donde clavaron la mano de Cristo”.
La pieza ha sido sometida a rigurosos estudios científicos, los últimos en 1958, gracias a los cuales sabemos que se trata de madera de ciprés y que tiene una antigüedad de 2000 años, que hace posible que la reliquia sea auténtica.
Las medidas del Leño Santo son de 63 cm el palo vertical y 39 cm el travesaño, con un grosor de 3’8 cm. Estas cifras la convierten en el fragmento más grande de cuantos se custodian en el mundo.
El relicario de la Vera Cruz
Para custodiar tan preciado tesoro, en 1679 se encargó la hechura de un relicario a un taller de orfebrería de Valladolid. La pieza es de plata dorada con forma de cruz y cabos flordelisados, de inspiración gótica. Posteriormente fue reformado en varias ocasiones, la última en 1972.
Al pie de la misma tiene un pequeño hueco por el que las personas que acuden a venerarla pueden tocar con sus manos la propia madera.
Otras Reliquias Relacionadas con el Lignum Crucis
La Sábana Santa
La Sábana Santa es otra famosa reliquia que se cree que estuvo en contacto con el cuerpo de Jesús después de su crucifixión. Se conserva en la ciudad de Turín, en Italia.
Los Clavos de la Cruz
Estas reliquias están muy repartidas y ciertamente existen más clavos de los que realmente fueron utilizados durante la crucifixión por lo que es complicado validar su autenticidad. Según la tradición los más afamados se conservan en la Catedral de Milán y en la Basílica de la Santa Cruz en Roma.
El Lienzo de la Verónica
Según la tradición, los paños del Santo Rostro de la mujer Verónica fueron utilizados para secar el rostro ensangrentado de Jesús camino del Calvario, momento en el que la imagen de Cristo quedó grabada en los mismos. En España se custodian dos, en las Catedrales de Jaén y Oviedo.
Peregrinación a Santo Toribio de Liébana
La presencia de la Vera Cruz en Liébana convirtió este recóndito santuario en un lugar de peregrinación, especialmente durante la edad media. Tanto es así que Santo Toribio se convirtió en parada obligada para muchos peregrinos que, Camino de Santiago, se desviaban para venerar tan preciada reliquia.
Aunque muchos no lo saben existe una ruta que conecta el Monasterio de Santo Toribio de Liébana con el Camino Francés. Se trata de al ruta vadiniense que conecta el Camino del Norte con el Camino Francés uniendo las poblaciones de San Vicente de la Barquera y Mansilla de las Mulas.
