El Camino Vadiniense

El Camino Vadiniense, es un sendero antiquísimo que serpentea a través de las montañas de Liébana, en Cantabria. Aunque hoy duerme a la sombra del Camino Francés y el Camino Lebaniego, el Camino Vadiniense ha sido muy transitado a lo largo de los siglos.

El Camino Vadiniense

Aunque es menos conocido que el Camino del Norte, el Francés o el Lebaniego, lo cierto es que ofrece a los peregrinos y caminantes una experiencia única. En él se fusionan las dos de las rutas de peregrinación más importantes de España y en mientras lo recorremos nos lleva a disfrutar de majestuosos paisajes a la sombra de los imponentes Picos de Europa. Alicientes a los que tenemos que sumar el rico patrimonio etnográfico, artístico y gastronómico de este rincón de Cantabria encerrado entre montañas

Monasterio de Santo Toribio de Liebana, uno de los puntos más destacados de Camino Vadiniense
Monasterio de Santo Toribio de Liébana, uno de los puntos más destacados de Camino Vadiniense

Etapas del Camino Vadiniense

  • Etapa 1: San Vicente de la Barquera – 27 km
  • Etapa 2: Lafuente – Potes 26,1 km
  • Etapa 3: Potes- Fuentes Dé 30,5 km
  • Etapa 4: Fuentes Dé – Portilla de la Reina 21,9 km
  • Etapa 5: Portilla de la Reina – Riaño 19,9 km
  • Etapa 6: Riaño – Crémenes 19,9 km
  • Etapa 7: Crémenes – Cistierna 17 km
  • Etapa 8: Cistierna – Gradefes 22,8 km
  • Etapa 9: Gradefes – Mansilla de las Mulas 23,1 km

Estás etapas se pueden modificar sin problema. De hecho muchas personas optan por dividir las 2 primeras para realizar el tramo entre San Vicente de la Barquera y Potes en 3 o 4 etapas.

Señalización del Camino Vadiniense de Cantabria

El Camino Vadiniense está perfectamente señalizado desde hace unos años. Aunque su existencia está documentada desde hace siglos esta ruta cayó en desuso siendo nuevamente señalizada en 2017 con motivo del Año Jubilar Lebaniego.

Desde San Vicente de la Barquera hasta Santo Toribio de Liébana la señalización de la ruta es la propia del Camino Lebaniego, es decir una cruz roja o simplemente flechas rojas. Una vez que abandonamos Santo Toribio de Liébana volveremos a retomar las tradicionales flechas y conchas amarillas del Camino de Santiago.

Cruz del Camino Lebaniego y flecha del Camino de Santiago.
Señalización conjunta del Camino Lebaniego, en rojo, y el Camino de Santiago en Amarillo

Servicios en el Camino Vadiniense

El Camino Vadiniense no es tan populoso como otras rutas del Camino de Santiago por lo que en muchos puntos puedes tener algunas dificultades para contar con los servicios básicos. Por este motivo os recomendamos llevar el viaje organizado desde el inicio para evitar sorpresas y contratiempos, especialmente si viajáis en temporada alta.

Cuál es la mejor época para recorrer el Camino Vadiniense

Si estás pensando en recorrer el Camino Vadiniense debes tener en cuenta que transita por zonas de montaña que en algunas ocasiones cuentan con una altitud algo notable. Por este motivo debes tratar de evitar los meses más duros del invierno cuando la nieve puede suponer un problema para llevar a cabo la ruta.

Así mismo, el Camino Vadiniense puede presentar algunas zonas algo escasas de sombra, por lo que, durante los meses de verano, debes ir bien provisto/a de protección solar y abundante agua.

Senderismo con lluvia
Utilizar ropa adecuada es imprescindible para hacer el Camino en invierno

Orígenes del Camino Vadiniense

La historia del Camino Vadiniense se remonta a la Edad Media. Toma su nombre de los vadinienses, un antiguo pueblo celta que habitaba la región. Esta tribu cántabra habitaba el terreno comprendido entre las comarcas de Liébana, Cangas de Onís y el noreste de León. Su principal centro de actividad fue la ciudad de Vadinia, cuya existencia está documentada aunque se desconoce su ubicación exacta.

Como es el Camino de Santiago por Liebana

El Camino Vadiniense se extiende desde la costa norte de España hasta el corazón de los Picos de Europa, abarcando alrededor de 200 kilómetros. En este caso podemos tomar como punto de partida la población de San Vicente de la Barquera. A medida que los caminantes avanzan por este camino, son testigos de una variedad de paisajes impresionantes, desde bosques frondosos hasta majestuosas montañas. A nuestro paso encontramos enclaves tan espectaculares como el desfiladero de La Hermida, donde el río Deva talla su camino entre impresionantes acantilados.

A lo largo del camino, los peregrinos también encuentran numerosas iglesias románicas y prerrománicas como Santa María de Lebeña. Elementos que atestiguan la importancia histórica y espiritual de esta ruta.

Torre Campanario de Santa Maria de Lebeña
Campanario de la Iglesia Mozárabe de Santa María de Lebeña

El Caminio Vadiniense y el Camino de Santiago

El Camino Vadiniense comparte un lazo esencial con el Camino de Santiago, la ruta de senderismo más transitada de España y una de las más célebres de todo el mundo. Ambos caminos convergen muy cerca de la ciudad de León, concretamente en Mansilla de las Mulas.

El Camino Lebaniego

Más allá de su conexión con el Camino de Santiago, el Camino Vadiniense, en su tramo entre San Vicente de la Barquera y Potes es también conocido como Camino Lebaniego. Este camino tiene como meta el monasterio de Santo Toribio de Liébana. Desde hace siglos esta ruta ha guiado a los peregrinos hasta este recóndito monasterio donde por más de un milenio se ha custodiado la que, según la tradición, es la mayor reliquia del Lignum Crucis, la verdadera Cruz de Cristo.

Lignum Crucis de Santo Toribio de Liebana
Lignum Crucis de Santo Toribio de Liebana

Por qué recorrer la ruta lebaniega del Camino de Santiago

Al margen del aspecto religioso de la ruta, el Camino Vadiniense nos zambulle de lleno en la cultura y la gastronomía de la Cantabria. A medida que los caminantes atraviesan pintorescos pueblos aldeas, tienen la oportunidad de probar la deliciosa cocina tradicional cántabra y leonesa, caracterizada por platos tradicionales como el cocido lebaniego, el cocido montañés, la sidra o los quesos artesanales.

Además, el encuentro con lugareños y otros peregrinos en los albergues y hostales a lo largo del camino proporciona una oportunidad única para compartir experiencias y enriquecer la travesía con historias y amistades que pueden ser para toda la vida.